viernes, 14 de marzo de 2008

Entrevista al Ornitorrinco (Ricardo Ayllón)

Por Virginia Vilchez
Fotos Susana Villavicencio
Lima, febrero 2008
Pocos saben acerca de la gran cantidad de congresos, encuentros, seminarios de literatura y ferias de libros realizados el año pasado en diferentes provincias del Perú. Se trata de espacios que Ornitorrinco Editores supo aprovechar para exponer, vender libros y presentar a sus autores editados. Ricardo Ayllón, director de esta joven editorial, considera que el 2007 ha sido uno de los años más productivos en actividades culturales al interior del país, de las cuales los diarios capitalinos no saben dar cuenta. Su sello editorial ha logrado establecer un estrecho vínculo con autores de provincias, que en su mayoría son jóvenes talentos.

¿Por qué el nombre Ornitorrinco?
No sé si valga la pena contarlo. Durante la época en que escribía crónicas para un diario de Chimbote, leí que alguien consideraba a la crónica, por ser un género híbrido, una especie de ornitorrinco, pues es una prosa que tiene de periodismo, narrativa de ficción e inclusive de poesía. De esta forma acabé identificándome con esta curiosa manera de ver a la crónica y, propiamente, con el animalito en mención. Me quedé con ese apelativo y cuando decidí iniciar mi labor editorial, no encontré mejor nombre que el de Ornitorrinco.

¿Y cómo te inicias en la labor editorial?
Es algo que cayó por su propio peso. Luego de haber trabajado con Jorge Luís Roncal de Arteidea, con Gaceta Jurídica en redacción y corrección de libros y, recientemente, con Ediciones Altazor en asesoría editorial, creo que la secuencia lógica era que comience a abrirme paso individualmente.

¿Cuándo surge Ornitorrinco Editores?
Formalmente, en mayo del 2007. Me di cuenta de que en provincias había escritores interesados en editar, pero con una persona confiable y con la que pudieran tener contacto personal y permanente; alguien que estuviera cerca de ellos en todo momento y los asesore en la difusión y comercialización de sus libros. Porque muchos de estos autores habían tratado con algunas editoriales de Lima, pero sentían que hallaban dificultades en cuanto a llegar a los espacios capitalinos. Yo provengo de Ancash y conozco a mucha gente que escribe y quiere editar. Parte de esta gente confió en Ornitorrinco y nos dio sus trabajos.


¿Cuáles son los problemas que enfrenta un editor?
El principal problema es la comercialización. Las librerías no garantizan una venta masiva porque están limitadas. Sin embargo, creo que actualmente hay una suerte de reflote editorial, han aparecido varios sellos con propuestas nuevas e interesantes, por lo cual el de la edición es un terreno joven. En el Perú no existe, por ejemplo, la figura del agente literario. Estamos aprendiendo en el camino. Tenemos un par de editoriales que vienen de décadas atrás, como Peisa, que ya tiene un trabajo maduro y que, aun así, no se ha proyectado masivamente hacia las regiones. La editorial que mejor ha hecho ese trabajo creo que es San Marcos, aun con ciertas limitaciones. Por otro lado, muchas editoriales no se rigen por estrictas condiciones de edición, como el reconocer derechos de autor y regalías, o publican antologías literarias sin la debida autorización de los autores. Ornitorrinco está intentando trabajar del modo correcto, pero todavía no lo consigue. Hemos iniciado con la denominada “gestión editorial”, que consiste en que el propio autor financie su edición y nosotros lo ayudamos con el resto: la difusión, comercialización, publicidad, etc., obviamente el autor tendrá una ganancia del cien por ciento en las ventas. De este modo, la editorial termina siendo sólo un intermediario entre autor y lector. Esto, como dije, es parte de nuestra primera etapa, pero pronto financiaremos nuestros propios proyectos editoriales.


Volviendo a la parte editorial. ¿Decías que Ornitorrinco edita el libro y le entrega el total de la edición al autor?
Sí, y como te decía, conjuntamente buscamos una fórmula de comercialización, aunque en la mayoría de casos el autor logra vender el libro por su cuenta. Por ejemplo el año pasado coeditamos con Papel de Viento de Trujillo y Katequil de Cajamarca un librito infantil de Bethoven Medina (Cerrito del amanecer). El autor lo financió porque tenía parte de la venta asegurada. Algo similar ocurrió con el primer libro del joven narrador huaracino Eber Zorrilla Lizardo, quien publicaba por primera vez; lo mismo con Edgar Norabuena, de 30 años de edad, quien se ha convertido en uno de los escritores ancashinos más premiados de los últimos tiempos. Hace poco ganó la IV Cuentatón de Lima organizada por la Municipalidad de Jesús María.

¿Hay algún criterio de evaluación de la calidad de la obra, previa a la decisión de editar un libro?
Por supuesto. No publicamos todo lo que nos llega. Nos remiten a veces trabajos malos, con muchos errores ortográficos y gramaticales. Conozco a gente que piensa que, por tener dinero, puede publicar a pesar de no tener talento. Hemos rechazado esos trabajos. Por otro lado, están los que muestran un gran potencial creativo pero que no manejan bien la gramática. A estos los asesoramos para que mejoren el libro. Estas ediciones obviamente tardan en culminarse, pero gracias a ello el escritor sale beneficiado.

Se ha formado la Alianza Peruana de Editores ¿Sabes algo sobre ello?
Algo escuché, pero no le he prestado mucha atención. Hay editores amigos que pertenecen a esa alianza, como Harold Alva de Zignos, pero nosotros todavía.

¿Crees que es importante y necesaria la asociación?
Por supuesto. Pero como te decía recién tenemos siete meses y aún nos estamos formalizando. El año pasado nos imbuimos tanto en el trabajo que descuidamos otros aspectos. Quisiéramos, por ejemplo, participar en la feria internacional, pero esa meta es inalcanzable por la fuerte inversión que hay que hacer, por ahora solo participamos en eventos alternativos.

¿Les ha beneficiado en algo la Ley del Libro?
No, porque la Ley favorece solo a las grandes editoriales que cuentan con gran capital, proyectos ambiciosos y un gran poder de comercialización. A nosotros, que estamos empezando, no nos sirve de mucho.

Tú también eres escritor, ¿por qué no publicas con tu sello editorial?
No sé si el tema de la moral está de por medio en lo que voy a decir, pero nunca me ha parecido ético que un escritor que es editor utilice su propio sello para publicar. Por eso decidí que mi reciente poemario, como algunos de mis libros, esté a cargo de Ediciones Altazor.

Altazor, Ornitorrinco, Zignos ¿trabajan en conjunto?
Nos conocemos, sí, hay una amistad estrecha y a veces viajamos juntos con nuestros libros. El año pasado, por ejemplo, una asociación de escritores de Villa Rica, en el departamento de Pasco, nos invitó a participar en una feria del libro, y viajamos juntos, acompañados además de Arteidea, Lluvia, Bracamoros, la Revista Peruana de Literatura y el cantautor infantil Marko Polo. Fue una experiencia inolvidable. Jamás el pueblo de Villa Rica había visto, ni tenía idea de lo que era, una feria de libros. Nos brindaron un ambiente grande en un salón parroquial y era gracioso porque la gente pensaba que una feria de libros era como una feria artesanal. Para ellos era una verdadera fiesta. Pensaban que iban a pasearse, a comprar y llegaban con su mejor ropa, dispuestos a gastar a manos llenas. Al verse rodeados solo de libros y no encontrar música y espectáculo, mostraron su desconcierto. Para compensarlos, se organizó algunas actividades complementarias. Marko Polo, en ese sentido, fue como nuestro portavoz artístico; todos los días, guitarra en mano, cantaba y tocaba sus canciones atrayendo la atención de grandes y niños. Ellos jamás habían tenido ese tipo de experiencia y quedaron encantados con los libros.

¿Qué temas les atraían?
A veces nos preguntaban por títulos que nunca habíamos escuchado y se quejaban de los temas que les imponía el Ministerio de Educación, cuyos técnicos o asesores desconocen totalmente su realidad, lo cual refleja mucho sus necesidades culturales y de lectura. Estoy seguro que si les llevaran libros acorde con sus ansias de despejarse de lo intrínseco, se sentirían motivados a desarrollar más su creatividad.


Ustedes que viajan siempre, ¿cuál es la provincia que más interés ha mostrado por los libros? ¿Dónde se vende más?
Yo creo que no podemos hablar de provincia, sino de zona. Y la respuesta es la sierra, la zona andina. En casi todos los pueblos de la sierra no hay pierde. Yo he llegado a Abancay, Ayacucho, Huaraz, Andahuaylas… bueno, no me acuerdo en donde más. También estuve en Chimbote, Ica, aquí en Lima y, proporcionalmente al número de habitantes, he hallado mayor interés en la sierra. Y de todos los pueblos que he mencionado, Huaraz es uno de los que mejor respuesta ha mostrado.

¿Y se vive del trabajo editorial?
No, no. Yo intento vivir; no vivo, sobrevivo. Tengo que hacer trabajos paralelos, pero pienso que será hasta el día en que pueda mantenerme exclusivamente de la labor editorial.
Tomado de: http://www.librosperuanos.com/editoriales/ornitorrinco.html

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